Queridos hermanos y hermanas,
¡La gracia de Nuestro Señor Jesucristo llene nuestros corazones ahora y siempre!
Como lo hemos oído proclamado a lo largo de todo el tiempo Pascual, somos personas de Resurrección y nuestro canto es ¡Aleluya!
Les escribo hoy para anunciarles oficialmente el comienzo del Año Jubilar en el que celebraremos, como Familia Vicenciana, el aniversario de la muerte y resurrección de nuestros Fundadores San Vicente de Paúl y Santa Luisa de Marillac. Lo hacemos bajo el lema “Caridad y Misión”. La misión es el enfoque que queremos dar a este año de celebraciones que comienza el 27 de Septiembre de 2009 y que dura hasta el 27 de Septiembre de 2010. Nuestra misión, evangelizar y servir al pobre, está motivada como siempre por el amor a Dios que se resuelve en actos de caridad en contacto directo con el pobre y por amor a él.
Celebramos nuestro pasado agradeciendo a Dios los ejemplos maravillosos de amor que nos dejaron San Vicente y Santa Luisa. Al hablar de nuestra misión, durante este año jubilar, reflexionamos detenidamente en su relación con la caridad según la practicaron San Vicente, Santa Luisa y otros. Queremos tener presente la colaboración que existió entre San Vicente y Santa Luisa y otros en el ejercicio de su misión. Además de celebrar la muerte y la resurrección de San Vicente y Santa Luisa, celebramos también la muerte y resurrección de un compañero muy cercano, el primer compañero de San Vicente de Paúl: el Sr. Portail. También él murió el mismo año 1660.
Todos ellos estaban implicados en una misión de amor. Estaban unidos por el amor: un profundo amor a Dios y un profundo amor al pobre. Llevaron a cabo su misión con una pasión tan honda que aún hoy continúa sintiéndose en la Familia Vicenciana por todo el mundo de una forma muy por encima de lo que San Vicente y Santa Luisa o incluso el Sr. Portail pudieron imaginar. Por poner un ejemplo de cómo continúa esta misión, todavía queda otro aniversario por celebrar este año: el 150 aniversario de la muerte de San Justino de Jacobis, un gran misionero en lo que hoy es Eritrea y Etiopía.
El concepto de colaboración puede traducirse mejor como compañerismo. Es el sentido que queremos trasladar a todos los miembros de nuestra Familia Vicenciana al trabajar juntos en nuestra evangelización y servicio al pobre. Parece que compañerismo es precisamente lo que San Vicente y Santa Luisa y los otros pusieron en práctica en el cumplimiento de su misión. Este compañerismo va más allá de una simple relación de trabajo; es una relación de vida que incluye una misión común en el servicio al pobre.
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